Translación en español le sigue.
Dear Voices Community –
Connecticut Voices for Children stands in solidarity with the Black community. We are outraged by the murder of George Floyd, Breonna Taylor, and Ahmaud Arbery. However, we are not surprised by these senseless deaths because state sanctioned violence and other inequitable policies have harmed Black people in this country for centuries.
Inequitable policies, centered in racism, permeate our systems and structures. While the world now sees these inequities within our criminal justice system, countless policies within our systems of employment, housing, education and others have equally terrorized people of color. These inequities, at best, have robbed people of color of opportunities, and continue to do so.
In Connecticut, racist policies are developed, passed, and implemented all too frequently. The clearest form of inequitable policies lie within our economic structure; as a result, our state has some of the deepest income and wealth gaps in the country. This is why our focus at CT Voices is on economic justice. But the policies considered are only as good as the research they’re rooted in.
In fact, policies can only be equitable if lawmakers AND researchers are actively working to identify and eliminate racism. So, as a “think and do” tank, we have a choice: we can either be racist or anti-racist. We can be truth stoppers or truth seekers. We can perpetuate racism and racist policies or promote equitable and anti-racist policies. There is no in between. We choose to be anti-racist.
Our aim is a fair and just society where all Connecticut children achieve their full potential. Our work—hard, intentional, consistent work that is both individual and organizational—is to research the systemic and structural failures that too often criminalize and perpetuate poverty. Our privilege and challenge is to co-create recommendations and advocate for equitable policies with marginalized communities.
We call on Connecticut policymakers to reflect on their records and determine whether their actions have been racist or anti-racist. We hope for a better world and recognize that this will take effort and time. We stand ready to work with those willing to create a state and country that are anti-racist, where power is shared, and humanity and choice is afforded to everyone.
In solidarity,
Emily Byrne, Executive Director
…
Estimada Comunidad de Connecticut Voices for Children –
Connecticut Voices for Children se solidariza con la comunidad afroamericana. Estamos indignados por el asesinato de George Floyd, Breonna Taylor y Ahmaud Arbery. Sin embargo, no nos sorprenden estas muertes sin sentido porque la violencia sancionada por el estado y otras políticas inequitativas han dañado a los afroamericanos en este país durante siglos.
Políticas desiguales, centradas en el racismo, impregnan nuestros sistemas y estructuras. El mundo ahora ve estas desigualdades dentro de nuestro sistema de justicia penal, innumerables políticas dentro de nuestros sistemas de empleo, vivienda, educación y otros han aterrorizado igualmente a las personas de color. Estas desigualdades, en el mejor de los casos, han despojado a las personas del color de las oportunidades, y continúan haciéndolo.
En Connecticut, las políticas racistas se desarrollan, aprueban e implementan con demasiada frecuencia. Como un estado que tiene algunas de las brechas más profundas de ingresos y riqueza en el país, la forma más clara de políticas inequitativas se encuentra dentro de nuestra estructura económica. Esta es en parte la razón por la cual nuestro enfoque en CT Voices está en la justicia económica. Pero las políticas consideradas son tan buenas como la investigación en la que se basan.
De hecho, las políticas solo pueden ser equitativas si los legisladores y los investigadores están trabajando activamente para identificar y eliminar el racismo. Entonces, como un tanque de “pensar y hacer”, tenemos una opción: podemos ser racistas o antirracistas. Podemos ser taponadores de la verdad o buscadores de la verdad. Podemos perpetuar el racismo y las políticas racistas o promover políticas equitativas y antirracistas. No hay término medio. Elegimos ser antirracistas.
Nuestro objetivo es una sociedad justa donde todos los niños de Connecticut alcancen su máximo potencial. Nuestro trabajo—trabajo duro, intencional y consistente que es tanto individual como organizacional—es investigar las fallas sistémicas y estructurales que con demasiada frecuencia criminalizan y perpetúan la pobreza. Nuestro privilegio y reto es crear recomendaciones y propugnar por políticas equitativas junto a las comunidades marginadas.
Hacemos un llamado a los formuladores de políticas de Connecticut para que reflexionen sobre sus registros y determinen si sus acciones han sido racistas o antirracistas. Esperamos un mundo mejor y reconocemos que esto requerirá esfuerzo y tiempo. Estamos listos para trabajar con aquellos que estén dispuestos a crear un estado y un país que sea antirracista, donde se comparta el poder, y la humanidad y la elección estén disponibles para todos.
En solidaridad,
Emily Byrne, directora ejecutiva